Por Patricio Zamora Valenzuela integrante del equipo de Somos Awake Consultores
Imagina que estás sentado en una cafetería con un amigo, alguien con quien solías trabajar, y de pronto te pregunta: “¿Cómo lideras en un mundo que se siente como una casa que está a punto de caer con el próximo terremoto?” Hace unos años, le habrías hablado del famoso término VUCA —Volátil, Incierto, Complejo, Ambiguo— y cómo era el marco perfecto para entender un mundo acelerado pero predecible en cierta medida. Pero hoy, mientras revuelves tu café, te das cuenta de que VUCA ya no alcanza. El mundo ahora es BANI: Frágil, Ansioso, No lineal e Incomprensible. Que intenso, ¿verdad? Y lo es. Pero también es una invitación a repensar el liderazgo, a encontrar oportunidades donde otros solo ven caos.
¿Cómo tú —sí, tú, con tus dudas, tus fortalezas y tu café en la mano— puedes navegar este terreno movedizo y salir adelante, no solo sobreviviendo, sino liderando con propósito?
¿QUÉ SIGNIFICA BANI Y POR QUÉ NOS TOCA TAN DE CERCA?
Primero, hablemos de lo frágil. ¿Te ha pasado que un pequeño tropiezo —digamos, un proveedor que falla o un sistema que colapsa— pone todo patas arriba? Piensa en cómo un apagón, como el de febrero, puede paralizar una empresa entera. Eso es la fragilidad: vivimos en un mundo interconectado donde una hilacha suelta puede deshacer el tejido entero.
Luego está la ansiedad, y esta la sentimos todos. ¿Cuántas veces has revisado tu correo en la noche, preocupado por algo que no puedes controlar? Tus equipos también lo sienten: la presión de responder rápido, de estar siempre “on”. Es como si todo el mundo nos gritara que nunca es suficiente, y eso nos desgasta.
Después, lo no lineal. Recuerdo cuando empezó el rumor del COVID-19. Yo estaba en Portugal y me enteré que allá un escritor chileno había muerto de una cosa que se llamaba “Covid 19”. Lo único que me llamó la atención fue que un compatriota muriera en Portugal, pero era una noticia más. Y de repente, en dos semanas estábamos todos en casa, con el mundo detenido. Una causa diminuta, un efecto descomunal. Así funciona ahora: las cosas no siguen una línea recta, y predecir se siente como adivinar.
Y finalmente, lo incomprensible. ¿Quién entiende del todo la inteligencia artificial, las criptomonedas o el estallido social? ¿Quién entiende lo que puede llegar a pasar con la guerra comercial de Trump? Es como si alguien hubiera botado el manual de instrucciones y tuviéramos que inventar que hacer nosotros solos.
¿Por qué importa esto? Porque este es el mundo en el que lideras hoy. No es una teoría abstracta; es tu realidad diaria. Entender BANI no es solo sobrevivir al caos, es aprender a usarlo a tu favor.
FORMAS PARA CONVERTIR EL CAOS EN OPORTUNIDAD
Cada parte de BANI es un reto, pero también una puerta abierta. Vamos a desglosarlo con ideas prácticas que pueden ayudarte en tu día a día.
- Fragilidad: Hazte fuerte en la debilidad
El mundo puede ser frágil, pero tú puedes ser resiliente. Piensa en esas empresas que, cuando la pandemia golpeó, no se rindieron: un restaurante local que empezó a vender kits para cocinar en casa, o una fábrica que cambió sus máquinas para hacer gel desinfectante. Eso es adaptarse.
¿Qué puedes hacer? No pongas todos los huevos en una canasta. Busca más proveedores, prueba nuevos mercados, revisa tus procesos para encontrar esos puntos que podrían quebrarse. Es como construir una casa que resista temblores: no evitas el terremoto, pero te preparas para él.
- Ansiedad: Sé la calma en la tormenta
La ansiedad se contagia rápido, pero tú puedes ser el contrapeso. No se trata de fingir que todo está bien, sino de escuchar de verdad a tu equipo y darles espacio para respirar. Una vez conocí a un gerente que, en plena crisis, organizó “cafés virtuales” solo para conversar, sin agenda. Su equipo lo agradeció una enormidad.
¿Qué puedes hacer? Sé flexible: tal vez permitir horarios que se ajusten a la vida real de las personas de tu equipo. Comunica con claridad y honestidad. La gente no necesita promesas vacías; necesita saber que estás con ellos.
- No lineal: Abraza la rapidez
En un mundo donde todo puede cambiar por un tuit, la agilidad es clave. Olvídate de planes rígidos y empieza a experimentar. Las empresas que triunfan, generalmente lo hacen porque vieron oportunidades donde otros sólo vieron problemas.
¿Qué puedes hacer? Fomenta decisiones rápidas, quita trabas burocráticas, y haz las paces con el error. Si algo no funciona, ajusta y sigue. Es como navegar: no controlas las corrientes, pero aprendes a mover el timón para aprovecharlas.
Incomprensible: Simplifica lo complejo
Cuando todo es un lío, tu trabajo es poner orden. No tienes que entender cada detalle del universo, pero sí enfocarte en lo que importa. Una vez trabajé con un equipo que usaba un tablero simple para seguir sus metas clave, y eso les daba claridad en medio del ruido.
¿Qué puedes hacer? Usa herramientas que te den datos claros y actuales. Y cuando no tengas todas las respuestas, confía en tu instinto, pero explícale a tu equipo el “por qué” detrás de tus decisiones. La transparencia genera confianza.
EL LIDERAZGO BANI: MÁS HUMANO QUE NUNCA
Aquí está el corazón del asunto: liderar en un mundo BANI no es solo estrategia, es conexión. No se trata de tener un plan perfecto, sino de ser valiente, empático y curioso. Piensa en líderes que admiras: tal vez alguien como Nelson Mandela, que enfrentó lo imposible con calma y visión, o una empresa como Patagonia, que usa el caos ambiental como su bandera.
Pregúntate: ¿Cómo puedo ser más valiente hoy? ¿Cómo puedo escuchar mejor? ¿Qué puedo aprender de este desastre? El mundo BANI premia a quienes no se quedan quietos, a quienes ven en la incertidumbre un lienzo en blanco.
BANI no es una moda; es nuestra nueva realidad. Pero no tiene por qué asustarte. Es un desafío, sí, pero también una oportunidad para liderar de forma diferente, con más corazón y más creatividad. Empieza poco a poco: revisa un proceso, habla con tu equipo, prueba una idea loca. El caos no es tu enemigo; es la cancha donde juegas.
Así que, mientras terminas tu café y miras por la ventana, piensa en esto: el mundo puede ser frágil, ansioso, no lineal e incomprensible, pero tú tienes lo que hace falta para enfrentarlo. No solo para sobrevivir, sino para brillar. ¿Te animas?