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Donde se unen la estrategia, la cultura y las personas, diseñamos soluciones que impulsan a las organizaciones hacia su mejor versión

En Awake hemos visto una y otra vez cómo las organizaciones tropiezan cuando separan lo estratégico, lo cultural y lo humano. La experiencia nos lo muestra, y las cifras lo confirman:

  • El 67% de las estrategias fracasa en su ejecución porque no logran alinear cultura y personas con los objetivos definidos (Harvard Business Review).
  • El 82% de los líderes reconoce que la cultura es una ventaja competitiva, pero solo el 19% afirma tenerla articulada con la estrategia (Deloitte).
  • Las empresas que invierten en el desarrollo de capacidades multiplican por 2,4 sus probabilidades de alcanzar sus metas estratégicas (McKinsey).

La estrategia puede ser un mapa perfecto, pero sin la ruta que marca la cultura y sin las personas que conducen, ese viaje nunca llega a destino. Por eso creemos que la estrategia manda, la cultura pautea y las personas movilizan capacidades. Y cuando estas tres dimensiones se encuentran, la organización no solo avanza: se transforma.

Al acompañar procesos de cambio, no importa por dónde se empiece: lo esencial es tener siempre visibles las tres dimensiones. Podemos entrar por un programa de liderazgo, pero la pregunta de fondo será: ¿qué tipo de líderes necesita la estrategia de esta empresa?, ¿qué condiciones de la cultura limitan o potencian ese liderazgo?, y ¿qué herramientas de formación y desarrollo permitirán que las personas alcancen las capacidades necesarias para lograr resultados con calidad y bienestar laboral?

Esa mirada integral es la que convierte cualquier intervención en una oportunidad de transformación. En Awake la hemos llamado zona de convergencia, porque allí se encuentran estrategia, cultura y personas para construir futuro con propósito compartido. Ese es el camino que invitamos a recorrer juntos.

Nuestro trabajo consiste en lograr esa convergencia. Cada intervención la diseñamos desde la realidad de la organización: sus recursos, sus dinámicas y sus desafíos concretos. Nos enfocamos en crear soluciones que se instalan en la práctica diaria, que transforman conversaciones, que mejoran procesos y que movilizan capacidades. Así es como la estrategia se hace acción, la cultura se vuelve experiencia y las personas se convierten en protagonistas del cambio.

Y para que esa unión sea posible, hemos diseñado un método propio: un modo de integrar las tres dimensiones a través de acciones combinadas y sostenidas, que no requieren más complejidad que una adecuada sincronización. Esa es la clave para que las soluciones diseñadas no se queden en la intención, sino que se conviertan en práctica efectiva.

Lo que más nos mueve es ver cómo las soluciones que diseñamos se vuelven realidad en las organizaciones: cuando una práctica nueva se instala, cuando una conversación cambia la dirección de un equipo, cuando un proceso empieza a fluir distinto. Ese es el orgullo de nuestro trabajo: acompañar transformaciones que dejan huella concreta y que abren posibilidades para el futuro.